Se realiza un encuentro individual, que puede ser presencial u online. A través de una serie de oraciones, se pide permiso para poder acceder a nuestro archivo personal. Una vez abierto ese «libro» el/la consultante puede comenzar a hacer preguntas sobre los temas que lx han traído a la sesión. Después de cada pregunta el facilitador canaliza las respuestas y de ser necesario se realizan oraciones, ejercicios o le asignan alguna tarea para cuando finalice el encuentro.
Siempre digo que la lectura de registros abre un camino, abre puertas, nos abre a la información y nos da la claridad de saber para donde debemos continuar si queremos lograr ciertos cambios en nuestra vida o resolver aquello que deseamos. Entonces, no solamente nos dan respuestas sobre situaciones particulares de nuestra vida para facilitar la comprensión, si no que también nos dejan la puerta abierta para seguir explorando, buscando, creciendo.
Es importante aclarar que no se trata de adivinación o predicción. Se trabaja a partir de este presente, ya que cada situación de mi vida trae un aprendizaje para el alma. Lo que buscamos es una comprensión profunda del «para qué» de esto que me toca vivir y, por supuesto, habrá momentos donde tengamos que revisar la historia pasada. Porque no llegamos a este punto porque sí. Revisar el camino que nos trajo hasta acá es fundamental para tomar conciencia de qué aspectos o qué creencias debemos modificar.